Hijo mío, está atento a mis palabras;
Inclina tu oído a mis razones.
No se aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu corazón;
Porque son vida a los que las hallan,
Y medicina a todo su cuerpo.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.
Proverbios 4:20-23